Sobre la investigación en curso acerca de la denuncia por abuso sexual a una menor – Preguntas y Respuestas
Colegio Valle de Filadelfia, Campus Toluca
26 de Junio, 2016
Una de las peores pesadillas de cualquier padre es que alguien pueda lastimar a sus hijos. Por ello, cuando se dio a conocer que existe una investigación en curso por posible abuso sexual de una menor en la escuela, muchos padres han manifestado vehemente su preocupación. En este documento se abordan algunas de las preguntas más frecuentes que han externado las familias.
¿En qué momento se enteró la escuela de esta situación?
El 18 de Diciembre de 2015 los padres de la menor, que cursaba tercer grado de preescolar, se presentaron en la escuela con un agente del MP y un oficio en el que se solicitaba acceso a peritos para inspeccionar las instalaciones y tomar fotografías. La dirección del Colegio cuestionó a su personal y se enteró de que el día anterior se había extendido un citatorio a una persona que en ese momento laboraba en la Institución como auxiliar de maestro de educación física, para presentarse a declarar, sin mencionar un asunto específico.
¿Qué hizo en ese momento la escuela?
Inmediatamente levantó un reporte de incidentes para enterar a la autoridad educativa, mismo que fue recibido y sellado por la supervisión escolar el mismo 18 de Diciembre, y, el mismo día, despidió al citado auxiliar de maestro. Posteriormente, la escuela reforzó los protocolos de seguridad para los niños e instaló cámaras de video en diferentes puntos de las instalaciones. Se puso en marcha un plan de acción para la detección y prevención del abuso y la violencia, como parte del mismo, se realizaron dinámicas con los niños para reforzar nociones de seguridad y del cuidado y respeto de su cuerpo, y se ofrecieron charlas para padres sobre valores (incluyendo sexualidad) y sobre los riesgos del internet hacia los niños (abordando temas como violencia, pedofilia, trata de blancas, robo de niños, etc). Este plan de acción sigue implementándose.
Aún cuando no se ha determinado judicialmente la culpabilidad del auxiliar de maestro del abuso reportado, como padres y educadores somos sensibles al dolor de imaginar a nuestros hijos y alumnos en una situación vulnerable y de posible riesgo para su integridad física y emocional, y nos unimos a la familia denunciante para solicitar a las autoridades que se investigue exhaustivamente el caso, y, de llegarse a determinar culpabilidad, se castigue al responsable conforme a lo que determina la ley.
¿Por qué no se notificó a todos los padres de familia en ese momento?
Debido a que al hacerlo se podía afectar no sólo la investigación en curso que apenas iniciaba, sino también el derecho a la privacidad de la niña afectada y su familia. Sin embargo, como ya se mencionó, la escuela despidió de inmediato al auxiliar de maestro. La escuela ha colaborado desde el primer momento en todo lo requerido por las autoridades. Por otro lado, según el protocolo recomendado por UNICEF para centros educativos en caso de sospecha de abuso sexual infantil, “es necesario prestar una especial atención al interés superior del niño como eje rector y al derecho a preservar su intimidad. Esto implica un alto sentido de responsabilidad en el manejo de la información” (UNICEF 2013, p.33)
¿Cuándo se notificó de esta situación a los padres de familia de la escuela?
A los padres de tercero de preescolar, la mañana del Jueves 23 de Junio. Al resto de la comunidad educativa, ese mismo día a las 7 p.m., en una junta extraordinaria realizada en las instalaciones de la escuela. Ese día por la mañana apareció una nota en un periódico local, en la que se manifiesta la inconformidad de los padres de la pequeña ante las autoridades por el lento avance del caso. Para la redacción de esta nota no se solicitaron comentarios a la escuela, y por lo redactado en la misma, no se cita textual o indirectamente la opinión o posición de las autoridades encargadas de la investigación. Al hacerse del conocimiento por medio de la prensa el caso en comento, la escuela procedió entonces a dar a los padres un informe sobre éste.
¿Existió violación sexual?
No. El reporte del examen físico realizado a la pequeña no encontró señales de violencia. El resultado fue negativo para violación, y como tal quedó asentado en el certificado médico expedido por la M.C. Sandra Idalia Aceves Ávila, Perito Médico Legista del Centro Médico para las Mujeres, Sede Toluca.
La investigación continúa para determinar si hubo, por parte del auxiliar de maestro, algún otro tipo de conducta de abuso. La impresión diagnóstica, elaborada por la Licenciada en Psicología Alillery Giovana Ciani Sotomayor, adscrita a Subprocuraduría para la atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género, señala que la niña “sí presenta indicadores que se asocian a la violencia sexual”, si bien añade que “es inexacta en cuanto a la persona que pudo haberla causado”. En el apartado de recomendaciones del propio diagnóstico, “se sugiere realizar un dictamen en materia de psicología para ahondar en el estado emocional de esa pequeña”.
Según consta en el oficio 205112300 /1387/2016 de la Subdirección de Escuelas Incorporadas de la Secretaría de Educación del Estado, dicha sugerencia fue aceptada por la C. Agente del Ministerio Público adscrita a Agencia Especializada en Violencia Familiar, Sexual y de Género en Metepec, quien solicitó dicho dictamen a la Psicóloga adscrita a Subprocuraduría para la atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género mediante oficio 410/15 de fecha 16 de Diciembre de 2015, el cual “no fue exhibido como documento de prueba en el presente procedimiento, por tanto, no se tuvo la certeza de que el C. X, hubiese cometido esa conducta (…) es decir, al actualizarse la culpabilidad dudosa, no puede emitirse una resolución condenatoria respecto de ese hecho, pues ello, sería contrario a derecho”
¿Cómo fue que se contrató a esta persona para laborar en la escuela?
Se siguió un procedimiento para evaluación y contratación de personal. Se le realizaron pruebas psicométricas, a cargo de la Lic. En Psicología Sandra Ross Chain, -externa a la escuela- las cuales lo calificaron como “muy buen candidato”. Contaba con recomendaciones, buenas referencias y experiencia de trabajo en otras escuelas particulares, y con carta de no antecedentes penales. Comenzó a trabajar en la escuela el 18 de Agosto de 2014. Como auxiliar de maestro, sus labores consistían en apoyar al maestro titular de educación física. Las clases se realizaban con la presencia del maestro titular, y siempre de manera grupal, no individual. Nunca tuvimos queja alguna de esta persona, ni por parte de los niños, el personal de la escuela o los padres, hasta que tuvimos conocimiento de este caso. Desde el momento en que fue despedido, la escuela no ha vuelto a tener contacto con el auxiliar de maestro, sin embargo, se tiene conocimiento de que compareció voluntariamente el 8 de Enero de 2016 ante la Lic. Luz María Carrillo Bobadilla, agente del Ministerio Público adscrita a la Agencia Especializada en Violencia Familiar, sexual y de género en Metepec, y que presentó su declaración ante la misma autoridad el 14 de Enero de 2016, según está asentado en la Carpeta de Investigación 565760360249115.
¿Cuál era la preparación y perfil de esta persona?
Contaba con el perfil necesario para emplearse como auxiliar de maestro de educación física. Había realizado estudios de la Licenciatura en Educación Física y estaba estudiando para convertirse en director técnico y entrenador. El perfil psicológico realizado para su evaluación como candidato a auxiliar de maestro, lo describió como una persona “sumamente estable” (permaneció ocho años en un anterior trabajo) “amable, cálido y sumamente paciente”. Ciertamente fue así como se le percibió durante el tiempo que trabajó en la escuela. Si bien la autoridad judicial aún no ha determinado si esta persona es culpable o no de los cargos que se le acusan, en caso de que así fuera, la escuela igualmente que los padres de la menor afectada exigiría que se le castigue de acuerdo con lo que establezca la ley. Sin embargo, no corresponde, ni a la escuela, ni a las familias de esta comunidad educativa, determinar la culpabilidad o inocencia de esta o cualquier persona, sino a la autoridad judicial correspondiente. La escuela continuará colaborando con las autoridades para el avance de las investigaciones.
¿Es cierto que la escuela tuvo que pagar una multa?
Sí. Esto fue debido a una falla administrativa. La supervisión escolar no nos permitió incorporar, en la plantilla de personal de preescolar, a maestros especiales o auxiliares, por lo que no estaban dados de alta en este nivel ni el auxiliar ni el maestro titular de educación física –quien sí contaba con el nombramiento en el nivel de primaria-. Sin embargo, en visitas de supervisión anteriores al conocimiento de este caso, la misma autoridad escolar manifestó por escrito que toda la documentación de la escuela –incluyendo la “plantilla de personal completa y acorde” – estaban en orden, según quedó registrado en el Libro de Actas de Visitas de Supervisión, páginas 19 y 20, con fecha de 2 de Octubre de 2015, firmado y sellado por la Supervisora de Preescolar, Lic. Verónica Quintana García.
A pesar de esto, la autoridad determinó que aún cuando la supervisión escolar solicitara a la escuela reportar en la plantilla de preescolar solamente al personal directivo y docente frente a grupo, se debía haber incluido también a los maestros especiales y auxiliares. Se requirió por ello a la escuela el pago de una multa.
¿Existen más denuncias de otros padres?
A nuestro leal saber y entender, en este momento sólo se ha presentado una denuncia ante las autoridades competentes.
¿Cómo puedo saber si mi hijo(a) ha sido objeto de abuso?
Es natural que los padres experimenten un alto nivel de ansiedad al enterarse de que una persona que ha estado en contacto con sus hijos está siendo investigada por abuso sexual. Sin embargo, no es recomendable interrogar a los niños, ya que ellos podrían asustarse o, en el caso de que efectivamente hubiesen sido víctimas de abuso, pueden sentirse culpables o angustiados.
Si se sospecha que un niño ha sido objeto de abuso, es recomendable acudir a un especialista que esté entrenado para evaluar y atender a pequeños en estas circunstancias. Padres y maestros debemos estar atentos a los signos que podrían indicar situaciones de abuso, tales como:
- A nivel físico: alteraciones tanto en el sueño como en el apetito, dolores de cabeza y estómago, enuresis (incontinencia urinaria), síntomas de desnutrición, tez pálida, decoloraciones en la piel,
- A nivel cognitivo: problemas de atención y retención, alteraciones de la memoria, deficiente desempeño escolar.
- En su conducta: hiperactividad, miedo, hostilidad, agresión, ansiedad, angustia, falta de interés, retraimiento, trastornos depresivos y otros síntomas de estrés post-traumático como exageración del peligro.” (Save The Children México, p. 5)
La presencia de uno o más de estos signos no necesariamente constituyen evidencia de que existe o existió abuso, pero pueden ser suficientes para solicitar ayuda profesional.
¿Qué debo hacer si mi hijo(a) me relata una situación de abuso?
Existen varias recomendaciones que podemos desprender el documento anteriormente citado, de UNICEF:
1. Recibe la información inmediatamente, no postergues la escucha para otro momento.
2. No muestres alarma ante el relato. Manifiéstale a tu hijo que crees lo que te cuenta y que confías en él.
3. Primero escucha todo lo que el niño tenga que decir, sin interrumpirlo. Luego, realiza preguntas abiertas y básicas tales como qué pasó, quién, cuándo, dónde.
4. No plantees preguntas cerradas que solo puedan ser contestadas por sí o por no. No inducir y/o sugerir respuestas. No verbalizar hipótesis sobre lo sucedido.
5. Explícale a tu hijo que él no tiene la culpa de lo que sucede. No manifiestes enojo, no emitas juicios de valor sobre tu hijo o sobre el agresor.
6. No insistas en que el niño conteste preguntas que no quiere contestar ni pongas en cuestión lo que te está contando.
7. No le pidas que repita lo ocurrido ante otras personas y en reiteradas ocasiones.
8. Nunca confrontes a tu hijo con el agresor. Desafortunadamente los casos de abuso sexual infantil son comunes y en la gran mayoría de los casos los responsables son personas conocidas por el niño, ya sea miembros de su familia o de la comunidad escolar. La agresión sexual se presenta en todos los niveles sociales y educativos, y las víctimas pueden ser igualmente niños o niñas. Incluso personas altamente reconocidas por la sociedad y con un elevado nivel cultural y económico pudieran ser agresores.
9. Busca ayuda profesional. Expresa contención y afecto hacia tu hijo.
10. Si la situación relatada por tu hijo se presentó en la escuela, o a manos de un miembro del personal de la misma o de otro alumno, repórtalo de inmediato a la dirección de la escuela y denuncia los hechos ante la autoridades correspondientes.
¿Cómo puedo prevenir que mi hijo sea víctima de abuso?
Como padres, una de nuestras principales responsabilidades es velar por la seguridad y bienestar de nuestros hijos, al mismo tiempo que fomentamos el desarrollo de su individualidad e independencia. La negligencia, pero también la sobreprotección, pueden tener resultados negativos en la seguridad emocional de nuestros niños.
Es imposible, por más que los padres y educadores así lo deseemos, garantizar que nuestros niños nunca estarán expuestos a la violencia o a situaciones donde se ponga en riesgo su integridad física o emocional. Sin embargo sí podemos fortalecerles para que estén mejor preparados si llegaran a enfrentar estas situaciones en algún momento de sus vidas. Un niño que es emocionalmente fuerte, que se sabe querido y escuchado por sus padres y que vive en un ambiente de armonía y respeto será menos susceptible a ser victimizado, y aún si lo fuera, es más factible que tenga la confianza de acercarse a sus padres, maestros o mentores para contarles lo sucedido.
¿Qué acciones podemos tomar, entonces, para prevenir las situaciones de abuso sexual infantil?
1. Un primer paso es reconocer que el abuso existe y que se da en todos los niveles sociales.
2. El tema del maltrato y abuso infantil debe de ser tan importante como los de nutrición, salud, seguridad y educación. Que no se convierta en un tabú. Habla del tema en la familia, con tus hijos. Que ellos sepan que tienen el derecho a proteger su propio cuerpo, que nadie puede obligarlos a hacer cosas que les incomoden o lastimen.
3. Ayuda a tus hijos a reconocer cuándo no se debe de guardar un secreto: cuando éste genera miedo, vergüenza o malestar.
4. Seguridad y autoestima son las claves para prevenir el abuso, ya que cuando el niño se siente amado no caerá fácilmente ante personas conocidas que simulando el afecto que necesita, abusen de él o ella. La seguridad permite que los niños recurran a alguien de confianza para decirle lo que les pasa. La autoestima hace que el niño o la niña sienta que es valioso. La autoestima se construye en las relaciones que los adultos, padre y madre y familia en general, tienen hacia los niños. Los insultos y castigos disminuyen la seguridad y autoestima y hacen que luego sea más difícil la defensa de sus derechos. (Galdós Silva,1996)
La escuela estará ofreciendo conferencias para padres y asesoría en beneficio de nuestras familias y niños. Esta es una actitud y una lucha en la que estamos juntos, escuela, padres y educadores.
Referencias:
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF (2013) Por qué, cuándo y cómo intervenir desde la escuela ante el abuso sexual a niños, niñas y adolescentes. Guía conceptual. Buenos Aires, UNICEF.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF. Informe Mundial sobre la Violencia Contra los Niños de Naciones Unidas. UNICEF Latinoamérica y Caribe.
Galdós Silva, S. (1996) Mi cuerpo es mi territorio: pautas de prevención del abuso sexual hacia los niños y las niñas. Lima, Movimiento Manuela Ramos.
Save the Children México (2013) Guía para la Detección y Seguimiento de Casos de Violencia y Abuso Infantil.
¿En qué momento se enteró la escuela de esta situación?
El 18 de Diciembre de 2015 los padres de la menor, que cursaba tercer grado de preescolar, se presentaron en la escuela con un agente del MP y un oficio en el que se solicitaba acceso a peritos para inspeccionar las instalaciones y tomar fotografías. La dirección del Colegio cuestionó a su personal y se enteró de que el día anterior se había extendido un citatorio a una persona que en ese momento laboraba en la Institución como auxiliar de maestro de educación física, para presentarse a declarar, sin mencionar un asunto específico.
¿Qué hizo en ese momento la escuela?
Inmediatamente levantó un reporte de incidentes para enterar a la autoridad educativa, mismo que fue recibido y sellado por la supervisión escolar el mismo 18 de Diciembre, y, el mismo día, despidió al citado auxiliar de maestro. Posteriormente, la escuela reforzó los protocolos de seguridad para los niños e instaló cámaras de video en diferentes puntos de las instalaciones. Se puso en marcha un plan de acción para la detección y prevención del abuso y la violencia, como parte del mismo, se realizaron dinámicas con los niños para reforzar nociones de seguridad y del cuidado y respeto de su cuerpo, y se ofrecieron charlas para padres sobre valores (incluyendo sexualidad) y sobre los riesgos del internet hacia los niños (abordando temas como violencia, pedofilia, trata de blancas, robo de niños, etc). Este plan de acción sigue implementándose.
Aún cuando no se ha determinado judicialmente la culpabilidad del auxiliar de maestro del abuso reportado, como padres y educadores somos sensibles al dolor de imaginar a nuestros hijos y alumnos en una situación vulnerable y de posible riesgo para su integridad física y emocional, y nos unimos a la familia denunciante para solicitar a las autoridades que se investigue exhaustivamente el caso, y, de llegarse a determinar culpabilidad, se castigue al responsable conforme a lo que determina la ley.
¿Por qué no se notificó a todos los padres de familia en ese momento?
Debido a que al hacerlo se podía afectar no sólo la investigación en curso que apenas iniciaba, sino también el derecho a la privacidad de la niña afectada y su familia. Sin embargo, como ya se mencionó, la escuela despidió de inmediato al auxiliar de maestro. La escuela ha colaborado desde el primer momento en todo lo requerido por las autoridades. Por otro lado, según el protocolo recomendado por UNICEF para centros educativos en caso de sospecha de abuso sexual infantil, “es necesario prestar una especial atención al interés superior del niño como eje rector y al derecho a preservar su intimidad. Esto implica un alto sentido de responsabilidad en el manejo de la información” (UNICEF 2013, p.33)
¿Cuándo se notificó de esta situación a los padres de familia de la escuela?
A los padres de tercero de preescolar, la mañana del Jueves 23 de Junio. Al resto de la comunidad educativa, ese mismo día a las 7 p.m., en una junta extraordinaria realizada en las instalaciones de la escuela. Ese día por la mañana apareció una nota en un periódico local, en la que se manifiesta la inconformidad de los padres de la pequeña ante las autoridades por el lento avance del caso. Para la redacción de esta nota no se solicitaron comentarios a la escuela, y por lo redactado en la misma, no se cita textual o indirectamente la opinión o posición de las autoridades encargadas de la investigación. Al hacerse del conocimiento por medio de la prensa el caso en comento, la escuela procedió entonces a dar a los padres un informe sobre éste.
¿Existió violación sexual?
No. El reporte del examen físico realizado a la pequeña no encontró señales de violencia. El resultado fue negativo para violación, y como tal quedó asentado en el certificado médico expedido por la M.C. Sandra Idalia Aceves Ávila, Perito Médico Legista del Centro Médico para las Mujeres, Sede Toluca.
La investigación continúa para determinar si hubo, por parte del auxiliar de maestro, algún otro tipo de conducta de abuso. La impresión diagnóstica, elaborada por la Licenciada en Psicología Alillery Giovana Ciani Sotomayor, adscrita a Subprocuraduría para la atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género, señala que la niña “sí presenta indicadores que se asocian a la violencia sexual”, si bien añade que “es inexacta en cuanto a la persona que pudo haberla causado”. En el apartado de recomendaciones del propio diagnóstico, “se sugiere realizar un dictamen en materia de psicología para ahondar en el estado emocional de esa pequeña”.
Según consta en el oficio 205112300 /1387/2016 de la Subdirección de Escuelas Incorporadas de la Secretaría de Educación del Estado, dicha sugerencia fue aceptada por la C. Agente del Ministerio Público adscrita a Agencia Especializada en Violencia Familiar, Sexual y de Género en Metepec, quien solicitó dicho dictamen a la Psicóloga adscrita a Subprocuraduría para la atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género mediante oficio 410/15 de fecha 16 de Diciembre de 2015, el cual “no fue exhibido como documento de prueba en el presente procedimiento, por tanto, no se tuvo la certeza de que el C. X, hubiese cometido esa conducta (…) es decir, al actualizarse la culpabilidad dudosa, no puede emitirse una resolución condenatoria respecto de ese hecho, pues ello, sería contrario a derecho”
¿Cómo fue que se contrató a esta persona para laborar en la escuela?
Se siguió un procedimiento para evaluación y contratación de personal. Se le realizaron pruebas psicométricas, a cargo de la Lic. En Psicología Sandra Ross Chain, -externa a la escuela- las cuales lo calificaron como “muy buen candidato”. Contaba con recomendaciones, buenas referencias y experiencia de trabajo en otras escuelas particulares, y con carta de no antecedentes penales. Comenzó a trabajar en la escuela el 18 de Agosto de 2014. Como auxiliar de maestro, sus labores consistían en apoyar al maestro titular de educación física. Las clases se realizaban con la presencia del maestro titular, y siempre de manera grupal, no individual. Nunca tuvimos queja alguna de esta persona, ni por parte de los niños, el personal de la escuela o los padres, hasta que tuvimos conocimiento de este caso. Desde el momento en que fue despedido, la escuela no ha vuelto a tener contacto con el auxiliar de maestro, sin embargo, se tiene conocimiento de que compareció voluntariamente el 8 de Enero de 2016 ante la Lic. Luz María Carrillo Bobadilla, agente del Ministerio Público adscrita a la Agencia Especializada en Violencia Familiar, sexual y de género en Metepec, y que presentó su declaración ante la misma autoridad el 14 de Enero de 2016, según está asentado en la Carpeta de Investigación 565760360249115.
¿Cuál era la preparación y perfil de esta persona?
Contaba con el perfil necesario para emplearse como auxiliar de maestro de educación física. Había realizado estudios de la Licenciatura en Educación Física y estaba estudiando para convertirse en director técnico y entrenador. El perfil psicológico realizado para su evaluación como candidato a auxiliar de maestro, lo describió como una persona “sumamente estable” (permaneció ocho años en un anterior trabajo) “amable, cálido y sumamente paciente”. Ciertamente fue así como se le percibió durante el tiempo que trabajó en la escuela. Si bien la autoridad judicial aún no ha determinado si esta persona es culpable o no de los cargos que se le acusan, en caso de que así fuera, la escuela igualmente que los padres de la menor afectada exigiría que se le castigue de acuerdo con lo que establezca la ley. Sin embargo, no corresponde, ni a la escuela, ni a las familias de esta comunidad educativa, determinar la culpabilidad o inocencia de esta o cualquier persona, sino a la autoridad judicial correspondiente. La escuela continuará colaborando con las autoridades para el avance de las investigaciones.
¿Es cierto que la escuela tuvo que pagar una multa?
Sí. Esto fue debido a una falla administrativa. La supervisión escolar no nos permitió incorporar, en la plantilla de personal de preescolar, a maestros especiales o auxiliares, por lo que no estaban dados de alta en este nivel ni el auxiliar ni el maestro titular de educación física –quien sí contaba con el nombramiento en el nivel de primaria-. Sin embargo, en visitas de supervisión anteriores al conocimiento de este caso, la misma autoridad escolar manifestó por escrito que toda la documentación de la escuela –incluyendo la “plantilla de personal completa y acorde” – estaban en orden, según quedó registrado en el Libro de Actas de Visitas de Supervisión, páginas 19 y 20, con fecha de 2 de Octubre de 2015, firmado y sellado por la Supervisora de Preescolar, Lic. Verónica Quintana García.
A pesar de esto, la autoridad determinó que aún cuando la supervisión escolar solicitara a la escuela reportar en la plantilla de preescolar solamente al personal directivo y docente frente a grupo, se debía haber incluido también a los maestros especiales y auxiliares. Se requirió por ello a la escuela el pago de una multa.
¿Existen más denuncias de otros padres?
A nuestro leal saber y entender, en este momento sólo se ha presentado una denuncia ante las autoridades competentes.
¿Cómo puedo saber si mi hijo(a) ha sido objeto de abuso?
Es natural que los padres experimenten un alto nivel de ansiedad al enterarse de que una persona que ha estado en contacto con sus hijos está siendo investigada por abuso sexual. Sin embargo, no es recomendable interrogar a los niños, ya que ellos podrían asustarse o, en el caso de que efectivamente hubiesen sido víctimas de abuso, pueden sentirse culpables o angustiados.
Si se sospecha que un niño ha sido objeto de abuso, es recomendable acudir a un especialista que esté entrenado para evaluar y atender a pequeños en estas circunstancias. Padres y maestros debemos estar atentos a los signos que podrían indicar situaciones de abuso, tales como:
- A nivel físico: alteraciones tanto en el sueño como en el apetito, dolores de cabeza y estómago, enuresis (incontinencia urinaria), síntomas de desnutrición, tez pálida, decoloraciones en la piel,
- A nivel cognitivo: problemas de atención y retención, alteraciones de la memoria, deficiente desempeño escolar.
- En su conducta: hiperactividad, miedo, hostilidad, agresión, ansiedad, angustia, falta de interés, retraimiento, trastornos depresivos y otros síntomas de estrés post-traumático como exageración del peligro.” (Save The Children México, p. 5)
La presencia de uno o más de estos signos no necesariamente constituyen evidencia de que existe o existió abuso, pero pueden ser suficientes para solicitar ayuda profesional.
¿Qué debo hacer si mi hijo(a) me relata una situación de abuso?
Existen varias recomendaciones que podemos desprender el documento anteriormente citado, de UNICEF:
1. Recibe la información inmediatamente, no postergues la escucha para otro momento.
2. No muestres alarma ante el relato. Manifiéstale a tu hijo que crees lo que te cuenta y que confías en él.
3. Primero escucha todo lo que el niño tenga que decir, sin interrumpirlo. Luego, realiza preguntas abiertas y básicas tales como qué pasó, quién, cuándo, dónde.
4. No plantees preguntas cerradas que solo puedan ser contestadas por sí o por no. No inducir y/o sugerir respuestas. No verbalizar hipótesis sobre lo sucedido.
5. Explícale a tu hijo que él no tiene la culpa de lo que sucede. No manifiestes enojo, no emitas juicios de valor sobre tu hijo o sobre el agresor.
6. No insistas en que el niño conteste preguntas que no quiere contestar ni pongas en cuestión lo que te está contando.
7. No le pidas que repita lo ocurrido ante otras personas y en reiteradas ocasiones.
8. Nunca confrontes a tu hijo con el agresor. Desafortunadamente los casos de abuso sexual infantil son comunes y en la gran mayoría de los casos los responsables son personas conocidas por el niño, ya sea miembros de su familia o de la comunidad escolar. La agresión sexual se presenta en todos los niveles sociales y educativos, y las víctimas pueden ser igualmente niños o niñas. Incluso personas altamente reconocidas por la sociedad y con un elevado nivel cultural y económico pudieran ser agresores.
9. Busca ayuda profesional. Expresa contención y afecto hacia tu hijo.
10. Si la situación relatada por tu hijo se presentó en la escuela, o a manos de un miembro del personal de la misma o de otro alumno, repórtalo de inmediato a la dirección de la escuela y denuncia los hechos ante la autoridades correspondientes.
¿Cómo puedo prevenir que mi hijo sea víctima de abuso?
Como padres, una de nuestras principales responsabilidades es velar por la seguridad y bienestar de nuestros hijos, al mismo tiempo que fomentamos el desarrollo de su individualidad e independencia. La negligencia, pero también la sobreprotección, pueden tener resultados negativos en la seguridad emocional de nuestros niños.
Es imposible, por más que los padres y educadores así lo deseemos, garantizar que nuestros niños nunca estarán expuestos a la violencia o a situaciones donde se ponga en riesgo su integridad física o emocional. Sin embargo sí podemos fortalecerles para que estén mejor preparados si llegaran a enfrentar estas situaciones en algún momento de sus vidas. Un niño que es emocionalmente fuerte, que se sabe querido y escuchado por sus padres y que vive en un ambiente de armonía y respeto será menos susceptible a ser victimizado, y aún si lo fuera, es más factible que tenga la confianza de acercarse a sus padres, maestros o mentores para contarles lo sucedido.
¿Qué acciones podemos tomar, entonces, para prevenir las situaciones de abuso sexual infantil?
1. Un primer paso es reconocer que el abuso existe y que se da en todos los niveles sociales.
2. El tema del maltrato y abuso infantil debe de ser tan importante como los de nutrición, salud, seguridad y educación. Que no se convierta en un tabú. Habla del tema en la familia, con tus hijos. Que ellos sepan que tienen el derecho a proteger su propio cuerpo, que nadie puede obligarlos a hacer cosas que les incomoden o lastimen.
3. Ayuda a tus hijos a reconocer cuándo no se debe de guardar un secreto: cuando éste genera miedo, vergüenza o malestar.
4. Seguridad y autoestima son las claves para prevenir el abuso, ya que cuando el niño se siente amado no caerá fácilmente ante personas conocidas que simulando el afecto que necesita, abusen de él o ella. La seguridad permite que los niños recurran a alguien de confianza para decirle lo que les pasa. La autoestima hace que el niño o la niña sienta que es valioso. La autoestima se construye en las relaciones que los adultos, padre y madre y familia en general, tienen hacia los niños. Los insultos y castigos disminuyen la seguridad y autoestima y hacen que luego sea más difícil la defensa de sus derechos. (Galdós Silva,1996)
La escuela estará ofreciendo conferencias para padres y asesoría en beneficio de nuestras familias y niños. Esta es una actitud y una lucha en la que estamos juntos, escuela, padres y educadores.
Referencias:
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF (2013) Por qué, cuándo y cómo intervenir desde la escuela ante el abuso sexual a niños, niñas y adolescentes. Guía conceptual. Buenos Aires, UNICEF.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF. Informe Mundial sobre la Violencia Contra los Niños de Naciones Unidas. UNICEF Latinoamérica y Caribe.
Galdós Silva, S. (1996) Mi cuerpo es mi territorio: pautas de prevención del abuso sexual hacia los niños y las niñas. Lima, Movimiento Manuela Ramos.
Save the Children México (2013) Guía para la Detección y Seguimiento de Casos de Violencia y Abuso Infantil.